domingo, 31 de octubre de 2010

La sociedad del conocimiento



Este año no he ido a BIOSPAIN, pero Oryzon ha tenido una magnifica presencia y hemos además patrocinado una jornada especifica ALZHEIMER Y OTRAS ENFERMEDADES NEURODEGENERATIVAS: ¿Qué está haciendo la industria española para desarrollar nuevos fármacos? donde nuestra Directora Científica, Tamara Maes, ha presentado nuestros avances en el campo.


Yo me he tenido que perder un congreso que ha sido un éxito mayor que el de Granada. Creo que hay que felicitar a todo el equipo de ASEBIO y a su presidente, bueno pues eso..., que yo me quedé sin pinchos, networking y pacharán porque mis obligaciones me llevaron a Suiza, al Sachs 10th Annual Biotech in Europe Investor Forum el 29-30 Sept 2010, en Zurich. Uno de estos encuentros internacionales donde se toma la temperatura al sector. Presentamos la compañía ante inversores especializados y ante varias de las mayores compañías internacionales.


Tuvimos también la ocasión especial de que Novartis nos invitara a dar un seminario específico y explicar nuestro programa terapéutico en enfermedades neurodegenerativas, así que tomé el tren y me acerqué a Basilea, un grato viaje entre colinas y valles en el corazón industrial de Europa. Entrar en el Campo de Novartis en Basilea es una verdadera experiencia: 7000 científicos de diversas especialidades en un conglomerado de edificios que componen una verdadera ciudad de la ciencia. Su edificio emblemático es de Frank Ghery y todo respira un aire entre suizo y una versión blanca de un relato de Philip Dick. La envidia sana, pero envidia, le recorre a uno: cuanto camino nos queda por recorrer en Barcelona, en Madrid o en el Pais Vasco para llegar a tener una “Seat” de científicos de altísimo nivel… Bueno nuestro seminario gustó sobremanera y fue un mensaje de que también en España hacemos ciencia rompedora en la industria. La comida exquisita con que me obsequiaron mis anfitriones regada con un vino delicioso local rompió otro lugar común. Y es que como decía Pio Baroja, el nacionalismo se cura viajando.